La mayoría de nosotros comemos normalmente a horas regulares: desayuno, pausa del trabajo, a la hora de la comida y por la noche. Podemos tomar café o meriendas durante el día o coger algo de la nevera por la noche. Muy pocos de nosotros nos preguntamos si realmente tenemos hambre cuando vamos a comer.
Solemos usar la comida como entretenimiento y comodidad, para socializar o cuando estamos solos, para pasar el tiempo o para matar el aburrimiento.
Es bueno poner atención a los momentos del día en que comemos. Y también qué momento del día nuestro cuerpo asimila mejor la comida. La mayoría de la gente asimila mejor la comida al medio día y es por eso que a esa hora se hace la comida más fuerte del día. Debemos experimentar con las porciones y las horas a las que comemos y saber lo qué es mejor para nuestro cuerpo, nadie mejor que nosotros para darnos cuenta de lo que nos sienta bien y mal.
Debemos evitar comer dos horas antes de irnos a la cama para que el descanso sea más reparador y no afecte a nuestro nivel de energía al día siguiente, pero lo importante es que exploremos nuestro propio cuerpo y podamos distinguir qué alimentos y en qué momento nos sienta mejor la comida que comemos. Este es el primer paso para comer con consciencia y no hacerlo movidos por emociones.
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